Quitar la piel del tomate puede resultar una tarea ardua e incómoda. Por eso quiero compartir un truco que aunque no es nuevo para nada, resulta la forma más rápida, sencilla y efectiva de deshacernos de la piel cuando así se requiera. Se trata de escaldar los tomates, o lo que es lo mismo, sumergirlos en agua hirviendo. Como seguramente compartiré más de una receta en la que será necesario este proceso, ya lo dejo bien explicado e ilustrado en esta entrada.
Al tomate no hay que despojarlo siempre de la piel. En ella precisamente se concentra una buena parte de sus mejores valores para la salud. Las propiedades de este sencillo fruto son muchas, y según claman estudios recientes, pueden ser muy superiores a las que contiene cualquier fármaco. Y es que hasta hoy, ningún medicamento producido por el hombre ha conseguido reunir tantas propiedades terapéuticas como reúne el tomate.
Lo cierto es que el tomate puede prevenir hasta nueve tipos de cáncer, combatir infecciones, fortalecer el sistema inmunológico, eliminar el ácido úrico, aplacar el dolor de artritis, reducir el colesterol y en consecuencia disminuir el riesgo de sufrir infartos y accidentes cerebro-vasculares. ¿Qué contiene para obrar tales efectos? Alto contenido en Vitaminas C y A, así como de los grupos B, PP y K; minerales como el fósforo, hierro, calcio, magnesio, manganeso, zinc, cobre, potasio y sodio; bioflavonoides, licopeno y antioxidantes.
Crudo, cocido, en salsas caseras o industriales, el tomate mantiene todas sus propiedades. Es más, investigaciones recientes afirman que algunos nutrientes, como el licopeno, el obrador del milagro anticáncer, son mejor procesados por el organismo cuando se cocinan y se combina con quesos o aceites. Buenas noticias éstas para los que como yo les encanta el tomate frito o el ketchup. Cuando se consumen crudos hay que tener en cuenta la higiene, hay que lavarlos muy bien antes de prepararlos.
Ahora que se acerca el verano, no hay nada mejor como tener a mano un rico gazpacho o un salmorejo (mi preferido). En cuanto prepare el primero, seguro que lo comparto en este, mi pequeño espacio culinario. Por eso nada mejor como conocer un poco más del tomate desde ahora, así como ir practicando cómo escaldarlos, para poder hacer muchos gazpachos y salmorejos en un plis plas. Si quieres leer una información completísima del tomate y sus efectos directo sobre la salud y la dieta, pincha aquí.
Cómo escaldar tomates

Sácalos del agua hirviendo, agrégale agua bien fría y a continuación podrás quitar la piel como si fuera un plátano (ayúdate de una puntilla de cuchillo)
Gran aporte, muchisimas gracias
Un abrazo.
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Un placer compartirlo. Tenemos una fuente de salud y placer ahí tan cerquita.
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