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Quiche de puerros con arándanos secos: para hacer especial un pastel salado

1 Abr
Todos los derechos reservados por Tras La Receta

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Tenemos en casa una debilidad por los pasteles salados tipo quiche. De entre los que he probado y me he animado a preparar el de tomatitos secos con albahaca y mozzarella y el de puerros y bacon figuran entre nuestros preferidos. La receta de hoy, esta quiche de puerros con arándanos secos, una versión más arriesgada de la última citada es para complacer a paladares que a menudo buscan la mezcla, para mí prodigiosa, de salado y dulce.

La propuesta no llega a ser lo que se consideraría un postre, nada más lejos de mi intensión, se queda en ese camino que recorren juntos la fruta en la ensalada, el plátano en el arroz a la cubana, o el melón en el clásico español del jamón jamón.

Nuestra protagonista de hoy tiene su origen y denominación en la gastronomía francesa de Lorena; allí surgió la quiche Lorraine, con básicamente un relleno de nata y huevos. A partir de esta surgieron un sinfín de adaptaciones en las cuales se utilizaba indistintamente panceta, cebolla o queso, de acuerdo el sitio y por la región geográfica cambiaba el nombre.

Así, la quiche vosgienne, de la región francesa de los Vosgos, incorpora el queso rallado; la quiche goguette y la quiche alsacienne añaden cebollas fritas al relleno de la lorraine; y la tarte tourangelle, variante popular dentro de la cocina francesa, incluye panceta ahumada y rillettes de Tours (especie de paté blando y hebroso). Lo cierto es que se ha popularizado tanto internacionalmente con su riqueza en ingredientes, alejadas ya de la original, que es preferible igualmente llamarlas tartas o pasteles salados.

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Ingredientes para preparar Quiche de puerros con arándanos secos (4 personas)

  • 1 masa quebrada o Brisa
  • 3-4 puerros (el tallo blanco)
  • 1 cebolla
  • 300 ml de nata (yo utilizo con contenido de grasa reducido)
  • 150 gr de bacon ahumado o panceta
  • 1 puñado de arándanos secos
  • 3 huevos grandes
  • 80 gr queso Emmental
  • pimienta negra recién molida
  • 1 puntita de nuez moscada
  • 1 cucharada de aceite de oliva (si fuera necesario)
  • 1 nuez de mantequilla para untar el molde
  • sal

Cómo preparar Quiche de puerros con arándanos secos

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  1. Corta en tiritas el bacon y en brunoise la cebolla y el puerro. Pon a freír el bacon en una sartén anti-adherente y una vez haya empezado a dorar (habrá soltado su propia grasa) añade la cebolla y una pizca de sal. Deja sofreír hasta que se transparente la cebolla.
  2. Incorpora el puerro ya bien picadito y la cucharada de aceite de oliva solo si fuera necesario para que no se pegue o queme nuestra base del relleno. Mezcla bien y deja pochar unos 5 minutos hasta que esté tierno el puerro.
  3. Añade a la sartén la nata con 1/2 cucharadita de sal, la pimienta negra, la nuez moscada y por último el puñado de arándanos secos. Revuelve y deja cocinar a fuego bajo medio unos 8 minutos desde que comience ebullir. Una vez pasado el tiempo separa del fuego y deja reposar unos minutos.
  4. Bate los huevos con otra pizca de sal y la mitad del queso Emmental. Reserva mientras prepararas el molde.
  5. Barniza bien el fondo y los laterales del molde con la nuez de mantequilla. Coloca encima la masa quebrada cuidando de que no se rompa y que cubra bien el molde . Yo dejo siempre que sobresalga por fuera de los bordes y una vez horneada los corto con un cuchillo afilado. De esta forma evito que la masa encoja y se salga el relleno. Pincha el fondo con un tenedor y en los laterales para evitar que se hagan globos de aire en la masa. Procede con cuidado para que no se perfore la masa.
  6. Una vez atemperada la nata con los puerros, el bacon y los arándanos que ya estarán bien re-hidratados añade los huevos batidos con el queso y mezcla bien hasta que esté todo bien integrado. Ahora llena la masa quebrada con este relleno.

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  7. Con el horno pre-calentado a 180 grados hornea la quiche, preferiblemente cubierta con un papel vegetal o de aluminio y en el nivel más bajo del horno, durante unos 35 minutos. Transcurrido este tiempo, comprueba que bajo el papel que colocamos como cubierta nuestra quiche esté doradita y cuajada. SI aún no está dorada sube a un nivel superior la bandeja de horno y enciende solo el grill unos 3 a 5 minutos más. Listo.

Deja que repose bastante antes de desmoldar la quiche y así evitarás que se rompa. Yo utilicé un molde de silicona que son muy fáciles de manejar a hora de desmoldar. Lo malo es que no puedes meterle el cuchillo o corres el riesgo de acabar con el molde. Por eso si tienes otro tipo de molde, de aluminio o de vidrio, no tienes ni que desmoldar. Puedes llevarlo directo a la mesa.

La masa quebrada es muy fácil de hacer, si das click en el enlace que lleva en los ingredientes podrás ver una receta básica que queda muy sabrosa, pero puedes recurrir siempre a las que venden en el supermercado.

Puedes también emplear leche evaporada en sustitución de la nata para una opción más ligera y si no te va la conjunción de dulce y salado en su justa medida pues sáltate los arándanos secos y ya está. Quiero compartir pronto la otra quiche preferida de casa: un poco más mediterránea, con tomate secos y naturales, albahaca y mozzarella. Una delicia, apta para vegetarianos que incluyen lácteos en su dieta.

Brócoli gratinado: receta sencilla y sabrosa

14 Mar
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Por todos son conocidos los beneficios y enormes propiedades que son atribuidos al brécol, bróculi, brócoli o bróquil, como quiera que se le denomine. Son uno de esos últimamente conocidos como super alimentos, cuya fama tiene muy merecida, lejos de ser el milagro que algunos esperan y lejos también de tener que consumirlo todos los días de la vida.

Tiene un lado oscuro de acuerdo a un artículo publicado por el diario El País, pero no os asustéis que más tiene que ver con el consumo de éste por determinados individuos y no por la generalidad y además de que seamos moderados y equilibrados a la hora de introducirlo en nuestras dietas, porque como todo en esta vida no existe nada completamente perfecto.

Quienes padecen de hipotiroidismo deberán tener más cuidado a la hora de consumirlo. Como todas las crucíferas, el brócoli, por sus compuestos, puede bloquear la utilización y absorción del yodo, con lo cual frenan la actividad de la glándula tiroidea, pero solo si se toma en grandes proporciones y de forma muy seguida. No hay que apartarla de la dieta, todo lo contrario, sigue teniendo unos efectos positivos sobre la salud.

Por ello si no queréis renunciar a su rol en la lucha contra el cáncer o el colesterol, desechar su cantidad de vitaminas y antioxidantes, fibras y minerales que lo convierten en alimento muy completo, entonces quedaos con esta receta fácil y rápida, también muy sabrosa, que terminará de convencer a quienes no gustan demasiado del brócoli.

Ingredientes para preparar Brócoli gratinado (2 personas)

  • 500 gr de brócoli (1 arbolito)
  • 1 cebolla cortada en juliana
  • 3 lonchas de jamón serrano cortadas a tiritas
  • 200 ml de nata para cocinar ligera (1 break)
  • 1/2 lata escurrida de maíz dulce (opcional)
  • 100 gr de queso rallado (yo utilicé mezcla de 3 quesos: mozzarella, gouda y cheddar)
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • pimienta negra recién molida
  • sal
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Cómo preparar Brócoli gratinado 

  1. Sumerge el brócoli (ya cortado en ramitas) en abundante agua con una cucharadita de bicarbonato para lavar y desinfectar bien. Déjalo unos 15 minutos. Luego enjuaga bien y escurre.
  2. En un plato o recipiente apto para microondas coloca las ramitas de brócoli con una pizca de sal espolvoreada por encima, tapa y cocina en el microondas a máxima potencia durante 5 minutos. También puedes hacerlo al vapor pero siempre cuidando que queden al dente o más bien duritos para evitar que luego al gratinar se deshagan.
  3. Mientras, en una sartén o cacerola pon a calentar el aceite de oliva y pocha la cebolla con una pizca de sal. Una vez estén las cebollas tiernas añade la nata para cocinar, remueve y sazona con otra pizca de sal y pimienta negra recién molida, deja cocinar a fuego medio.
  4. Una vez alcance el punto de ebullición, baja el fuego, añade el maíz y las mitades de jamón y del queso rallado. Remueve, deja un par de minutos más y luego separa del fuego.
  5. Pasa a una fuente de horno el brócoli, riega con la salsa de nata, añade el jamón a tiritas restante y por último corona con la otra mitad del queso rallado.
  6. Con el horno previamente calentado a 180 grados, introduce la bandeja de brócoli y deja hornear primero de 5 a 8 minutos y luego con el gratinador encendido a máxima potencia otro par de minutos o hasta que esté derretido y dorado el queso.
  7. Saca del horno, deja refrescar y a la mesa a disfrutar.

Este brócoli gratinado puedes acompañarlo de unos filetes de pavo, de pollo, de lomo de cerdo a la plancha o con lo que más te guste. Es una guarnición deliciosa y combinable con casi cualquier carne o incluso pescado.

Verás como los niños tampoco se resistirán y podrás ponerles verde a sus platos y a los vuestros. ¡Qué aproveche y mucho!

Ropa vieja cubana: la receta paso a paso de mi cocina

19 Ene
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Hacía tiempo, por no decir desde el mismo momento en que creé este blog, tenía muchas ganas de compartir un clásico de nuestra cocina. Uno de los platos de la gastronomía cubana que más me gustan. En ello coincidirán muchos de mis paisanos. Y tanto es así que la ropa vieja es apuesta fija en la carta de los restaurantes especializados en este tipo de cocina; aunque tengo que decir, lejos de crítica alguna, que más de una vez me he llevado un fiasco a la hora de probar. Es una receta que tiene su cosa y no se trata de echar todo de una vez y dejar que cocine.

Nuestra ropa vieja, puedo asegurar ya con el conocimiento de mis años en España, es herencia de la sabrosa cocina peninsular, y más específicamente la de las Islas. No sé si fueron los canarios quienes llevaron consigo la idea, o contrariamente, la importaron de Cuba a su vuelta. Lo cierto es que tiene esa esencia de ambas culturas, materializada en un plato tan exquisito como éste, y del cual no se desperdicia absolutamente nada.

Mi receta de ropa vieja cubana, aún cuando pueda introducir algunos toques muy personales, no se aleja de la auténtica, o al menos de la más extendida, para no ser absoluta. Los extras puestos definitivamente la enriquecen y nos permite saborearla aún más. Utilizo la carne que recuerdo empleaba mi abuela para prepararla: una falda de res (ternera en este caso) con la grasa bien ubicada para poder eliminarla. La coceremos primeramente en agua, cuyo caldo resultante nos servirá para sopas, como consomé o para utilizar más adelante en esta misma receta. El restante se puede congelar y utiliza a conveniencia.

Y como muy cubana que es, esta propuesta os la presento en lo que llamamos una completa, la forma en la que usualmente se come en nuestra Isla, todo en un solo plato, ningún entrante, ningún alimento más importante que otro, todo mezclado así: arroz blanco, ropa vieja, tostones de plátano macho y aguacate en su estado más puro, una representación de ese «mejunje» que somos. Sencillamente irresistible a nuestras costumbres, a nuestra idiosincrasia, esa mezcla de razas y culturas. ¿Quién se anima?

Ingredientes para preparar Ropa vieja cubana (4 personas)

Para el cocido:

  • 850 gr de falda de res (vacuno)
  • 3 litros de agua
  • 1 nabo
  • 2 zanahorias
  • 1 puerro
  • 1 rama de apio
  • 1 ramito de perejil
  • 1 ramito de cilantro
  • 2 hojas de laurel
  • sal

Para la ropa vieja:

  • carne deshilachada resultante del cocido
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cebolla (cortada en juliana)
  • 1/2 pimiento rojo (cortado en juliana)
  • 1/2 pimiento verde (cortado en juliana)
  • 1 tomate maduro sin piel y finamente troceado
  • 1 punta de guindilla fresca roja (finamente picada)
  • 3 dientes de ajo
  • 1 poquito de cilantro
  • 3/4 cucharadita de comino
  • 1 vaso de vino blanco (100 ml)
  • 200 ml de caldo de carne (utiliza de cocido de la carne)
  • 150 ml de tomate frito
  • pimienta negra
  • sal

 Cómo preparar Ropa vieja cubana

Para el cocido:

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  1. Primeramente limpia la carne del exceso de grasa. Si utilizas falda de calidad suele estar muy bien localizada por lo cual no tardarás nada en removerla.
  2. Con la ramita de apio, el puerro, el cilantro y el perejil prepara un atadillo que luego podrás remover fácilmente del caldo. Si lo deseas puedes poner las hierbas sin atar y luego batir o colar, como prefieras.
  3. En una olla exprés o a presión echa los 3 litros de agua de conjunto con la carne limpia de grasa, el atadillo, dos zanahorias bien lavadas, un nabo, dos hojas de laurel y una cucharada de sal.
  4. Tapa la olla, pon al máximo el fuego, coloca el selector de la presión en el número 2 (si tienes dos posiciones si no hazlo como siempre), deja que tome presión y cuando empiece a pitar y a liberar el vapor, baja a media intensidad el fuego y deja cocinar durante 30 minutos.
  5.   Una vez separada del fuego y con la presión totalmente liberada saca la carne, deja enfriar y a continuación procede a desenhebrar. Reserva 200 ml de caldo para la ropa vieja.

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Puedes hacer este proceso el día antes, como hago yo usualmente. Una vez tengo la carne fría y deshilachada la cubro con film y a la nevera para el otro día, con calma, hacer la parte más divertida de la receta de ropa vieja. Con el caldo, una vez templado y desgrasado (la poca grasa que pueda quedar flota en la superficie y es muy fácil de eliminar con un cucharón) hago una rica sopa de fideos para esa noche.

Cómo preparar la Ropa vieja cubana

  1. Ya en el meollo del asunto, ten listos los ingredientes restantes de nuestra ropa vieja. Corta en juliana la cebolla, así como el pimiento rojo y verde. Trocea finamente la punta de una guindilla roja fresca. Maja en un mortero los ajos con el comino, el cilantro y solo una pizca de sal para que no salten los ajos, y una vez tengas una pasta, reserva. Con el tomate maduro procede a escaldar, quitar la piel y trocear finamente, reserva también. El resto de ingredientes tenlos listos para incorporar según corresponda.
  2. En una cacerola o sartén profunda con tapa pon a calentar el aceite de oliva. Una vez tenga una buena temperatura añade la cebolla. Cuando empiece a pochar agrega los pimientos, sazona con una pizca de sal y deja que se sofría unos 5 minutos.
  3. Incorpora el tomate maduro bien troceadito, mezcla bien y a continuación echa el majado de ajo, cilantro y comino que teníamos reservado. Vuelve a remover, deja sofreír otros 5 minutos.
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  4. A continuación incorpora la carne desenhebrada, sazona con una pizca de pimienta negra, mezcla, sube el fuego un poco y rápidamente añade el vino blanco. Una vez haya evaporado agrega el caldo de carne, remueve, vuelve a bajar el fuego a media intensidad y pon el tomate frito.
  5. Revuelve todo para que se integre, prueba de sal y rectifica, pon una tapa sin llegar a cubrir perfectamente y deja cocinar unos 20 a 25 minutos hasta que tome la consistencia adecuada. Sin mucha salsa, que se vea bien el contenido, o de lo contrario como más te guste a ti. Separa del fuego y listo.

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En lo que reposa o incluso antes, para ganar tiempo, puedes preparar unos ricos tostones, un buen arroz blanco desgranado y una tajada generosa de aguacate para hacer la completa que te propongo. Si no estás por la labor total acompaña de lo que más te guste y más fácilmente se te de. Puedes poner la sopa, con el caldo como base, de primero, y la ropa vieja con el arroz, o unas patatas fritas o simplemente un buen trozo de panque la salsa invita a ello.

Si en vez de tostones prefieres unos plátanos maduros fritos, no dudes en escogerlos, como lo harían la mayoría de mis coterráneos. Yo prefiero los tostones, pero tengo que confesar que también pongo un plátano maduro de fruta, si es de Canarias mejor. Eso de mezclar, en una cucharada, arroz, ropa vieja y un trocito de plátano fruta es un orgasmo para mi paladar, al que es muy difícil renunciar.

El cilantro que utilizo es un guiño a las lindas Islas Canarias españolas, teniendo en cuenta que en Cuba mi abuela lo que ponía era culantro, un par de hojas alargadas con un sabor casi idéntico que se emplea en mi tierra natal. Os aseguro que si siguen el paso a paso de mi receta tendréis una auténtica y sabrosísima ropa vieja cubana.

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¡Qué aproveche! Feliz lunes para todos.

Pollo guisado: receta exprés para momentos de prisas

6 Nov
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La propuesta que os traigo hoy es una auténtica joya de la improvisación y los apuros, de ahí el nombre de pollo guisado: receta exprés para momentos de prisas. Pero no vaya nadie a pensar que por muchas prisas que tengamos soltaremos todo de una vez y sin ápice de mimo. Lo simple de toda esta elaboración radica en que vamos a echar mano de las latas de la despensa y los congelados. Porque quién dijo que no podemos preparar cosas muy ricas con productos que nos hacen la vida más fácil.

Con ayuda de nuestra olla exprés acortaremos tiempo y sólo tendremos que poner mayor cuidado a la hora de preparar el pollo antes de llevarlo al guiso. Lo doraremos muy bien antes de ponerlo a cocinar con el resto de los ingredientes para que el resultado sea más bonito y sabroso. Ya os daré el paso a paso como siempre hago, por el momento vayamos a por el delantal y los ingredientes de esta receta, además de rica, muy económica.

Ingredientes para preparar Pollo guisado: receta exprés (para 2-4 personas)

  • 2 cuartos traseros (muslo y contramuslo separados) sin piel
  • 1 lata de champiñones enteros con todo el contenido (agua incluida)
  • 400 ml de caldo de pollo o verduras (puedes utilizar una pastilla 100 % natural de Gallina Blanca)
  • 1 lata de maíz dulce escurrida
  • 1 1/2 taza de habichuelas (judías verdes redondas) congeladas
  • 1 cebolla grande troceada en brunoise
  • 3-4 dientes de ajo
  • 1/2 guindilla verde fresca
  • 5 aros de guindilla roja seca (puedes utilizarla fresca si la tienes para decorar)
  • 1 cucharadita de cominos
  • 1 cucharadita de cilantro molido
  • pimienta negra (siempre mejor recién molida)
  • sal
  • harina de trigo para rebosar
  • 5 cucharadas de aceite de oliva

Cómo preparar Pollo guisado: receta exprés

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  1. Retira la piel del pollo si todavía la tiene, pon las piezas debajo del agua fría, escurre y seca bien. Haz un par de corte profundos para después sazonarlo con sal y pimienta negra recién molida por ambas caras y que se filtre en la carne los sabores. Pásalo por harina y sacude para retirar el exceso.
  2. En la olla exprés o de presión pon a calentar 3 cucharadas de aceite de oliva y una vez bien caliente incorpora las piezas de pollo y procede a dorar muy bien por todos los lados. No las pongas todas de una vez si no tienes suficiente espacio. Hazlo en dos partes.
  3. Una vez dorado todo el pollo saca a un plato y reserva, y baja el fuego.
  4. En el mismo fondo de la olla donde doraste el pollo añade la cebolla troceada finamente, agrega dos cucharadas más de aceite de oliva solo si fuera necesario. Desglasa (raspa el fondo) con una cuchara de madera, pon una pizca de sal y deja que se poche la cebolla unos 5-8 minutos.
  5. Incorpora la 1/2 guindilla verde entera si prefieres sacarla más tarde o bien troceadita si no te importa saborear su ligero picor.
  6. Añade el pollo que teníamos reservado, la lata de champiñones con su líquido, el maíz escurrido y el caldo en caso de que ya lo tengas preparado y si vas a utilizar la pastilla déjala para el siguiente paso y entonces agrega agua hasta que se cubra no del todo el pollo.
  7. En un mortero maja los dientes de ajo con la pastilla (si la vas a usar) el comino y el cilantro. Haz una pasta con todo y añádela a la olla.
  8. Por último pon las habichuelas o judías verdes redondas, tapa, sube el fuego y una vez la olla tome presión y comience a liberar el vapor baja a media intensidad el fuego para que no se pegue o queme nada y cuenta 10 a 12 minutos dependiendo de la potencia de tu olla.
  9. Cuando haya transcurrido el tiempo y haya liberado toda la presión comprueba que no haya demasiado líquido. Si es así deja que evapore a fuego medio unos minutos.

¡Listo! Sirve en cuencos o platos individuales y dale un toque de color con la guindilla roja de forma opcional.

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Un guiso con una salsa y unas verduras muy ricas que podrás tomar así solas, con un buen trozo de pan o con un poco de arroz blanco, como prefieras. Es una receta que se preparar de forma fácil, sin muchas complicaciones, rápida si empleas la olla a presión o exprés, pero que también puedes hacer en una olla normal bien tapada, durante unos 30 a 45 minutos dependiendo de cuán tierno te guste el pollo. Si eliges cocinarlo de esta última forma, te aconsejo que las habichuelas las pongas ya unos 8 a 10 minutos antes de terminar para que te queden tiernas pero no «blandujas».

Les dejo esta propuesta para palear el frío que ya se deja sentir fuerte estos días en este lado del planeta, una opción económica, y un guiño a esas carnes con habichuelas que suelen preparar las abuelas cubanas cuando se dejan ver. Feliz, ya casi, fin de semana.

Cerdo asado, batata con queso feta y ensalada verde: menú de celebración

6 Oct
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¿Cuántas veces nos rompemos la cabeza para acertar en un menú de celebración? ¿Con cuánta frecuencia te gustaría salir de la rutina de siempre pero te da miedo probar cosas nuevas que puedan dejarte en un aprieto a última hora? Seguramente, como a mi, te ha pasado más de una vez. Pero con la propuesta que traigo hoy, inspirada de forma general en una que otra receta del chef Gordon Ramsey, el mismo de Masterchef , vas a poder desprenderte del miedo al fracaso e incorporar otras tres recetas a esas que son infalibles en tu cocina.

Vamos a preparar primeramente un cerdo tan bien asado y tierno que una vez vayas a servirlo podrás desmenusarlo con tan solo una cuchara, y a la hora de saborearlo se deshará; pero para qué contar, mejor probarlo. Eso sí, tendremos que ser muy pacientes y mimosos con la elaboración de la carne para que el resultado sea tal y como prometo. Las claves: adobar de un día para otro y luego asar, sin prisas, unas 3 a 4 horas, dependiendo del tamaño de la pieza que, por cierto, tendrá que ser de la denominada aguja: muy jugosa gracias a esa grasita que se funde y le otorga tanta melosidad.

La guarnición serán unas batatas, boniatos, camotes o como quiera que le llamen allí donde me lean, enriquecidos con cebolla morada, cilantro y queso feta que le va de maravillas.  Este rico acompañamiento, así como la ensalada verde con aguacate y aliño de limón, los dejaremos listos en la última media hora de cocción de la carne. Aunque asar el cerdo tomará bastante tiempo no estaremos en la cocina en todo momento, el horno hará sólo su trabajo y nosotros solo estaremos pendientes del reloj. ¿Te animas?  Vamos a repasar entonces todos nuestros ingredientes.

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Ingredientes para preparar Cerdo asado a mi manera (4 personas)

  •  1 1/2 kg de aguja de cerdo (si tiene hueso sólo pide al carnicero que de unos golpes en ellos para luego trabajar mejor el trozo)
  • zumo de 2 naranjas agrias o amargas (si no tienes utiliza una naranja dulce más 1 lima o 1 limón)
  • 1 cucharada de comino
  • 1/2 cucharada de cilantro molido
  • 1/2 cucharada de pimentón dulce de la vera
  • 1/2 cucharada de pimentón picante de la vera
  • 1 cucharadita de mix de especies orientales (opcional)
  • 3 dientes de ajo
  • pimienta negra recién molida
  • sal gorda marina

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Cómo preparar Cerdo asado a mi manera

  1. Mezcla el zumo de las naranjas con el comino, el cilantro y los dos tipos de pimentón. Reserva.
  2. Sazona de manera proporcional la carne con sal marina gruesa, la pimienta negra y el mix de especies (opcional), ponla en una fuente riega con el zumo y las especies, incorpora los dientes de ajo pelados pero enteros, tapa con papel film y guarda en la nevera 24 horas.
  3. Al otro día, escurre la carne del líquido del adobo, envuelve en papel aluminio de manera que quede bien cubierta y pon a asar en el horno precalentado a 180 grados Celsio durante 3 a 4 horas dependiendo de la potencia de tu horno.
  4. Pasado este tiempo saca del horno, comprueba que está completamente dorada y deja reposar envuelta en lo que terminas de preparar el resto del menú.

Ingredientes para preparar Batata, boniato o camote con cilantro y queso feta (4 personas)

  • 3-4 boniatos pequeños o 2 grandes
  • 1 nuez de mantequilla (25 gr)
  • 1/2 cebolla morada cortada en juliana
  • 3-4 cucharadas de cilantro fresco picado
  • sal gorda (unos granitos)
  • 50 gr de queso feta (que puedes sustituir por un queso blanco tierno que te guste mucho)

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Cómo preparar la Batata

  1. Lava muy bien el boniato, déjale la piel y trocea en pedazos no muy grandes. Ponlo en un plato o fuente apto para microondas, ponle unas piedrecitas de sal gorda y la nuez de mantequilla, tapa con film y cocina a máxima potencia unos 8 minutos. Puedes cocerlos al vapor si prefieres no utilizar el micro pero en este caso deja la mantequilla para añadir en el segundo paso.
  2. Una vez cocida la batata pasa a una fuente de horno, añade la cebolla cortada en juliana y la mitad del queso feta.
  3. Pon en el horno a 180 grados, unos 10 minutos, hasta que se doren.
  4. Saca del horno, agrega el queso restante, las 3 cucharadas de cilantro y mezcla bien, incluso puedes utilizar un cuchillo y romper un poco los trozos regulares para darle un aspecto más rústico.
  5. Corona con el cilantro restante y otro plato listo.

Por último vamos a nuestro plato refrescante.

Ingredientes para preparar Ensalada verde con aguacate y aliño de limón

  • 250 gr de mezcla de lechugas
  • 1 aguacate pequeño
  • 1 zanahoria rallada
  • 1/4 de cebolla morada
  • dados de queso fresco (al gusto)
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • zumo de limón (un chorrito -al gusto)
  • 2 cucharadas de suero de queso
  • sal (una pizca)
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Cómo preparar la Ensalada verde con aguacate y aliño de limón

  1. En un bol o fuente para ensalada pon en el fondo el aceite de oliva, el zumo de limón y una pizca o nada de sal (el suero de queso ya tiene suficiente) añade las lechugas, la zanahoria rallada, el aguacate en cubitos y la cebolla en juliana fina, agrega el suero del queso y los dados de queso, mezcla y a la mesa.

Ya la carne reposada y sin riesgo de quemarnos, desmenuza toda y ponla en un plato. Corona con una ramita de perejil o cilantro y lleva a la mesa con el resto de nuestras propuestas. A la hora de servir no dudes en mezclar el boniato o batata con la carne, es un manjar glorioso que combina a la perfección. La ensalada te proporcionará un remanso de frescura y si eliges un vino tinto como el de Dama de Toro no te van reclamar nada más. Quizá un postre, pero ligerito como este cóctel de frutas que compartí hace un tiempo en esta cocina virtual.

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Las tres recetas que conforman este menú, como habrán comprobado, son sencillas y fáciles de hacer. Así que, aún con el tiempo que dedicaremos al asado, no hay excusas que valgan para no intentarlo. En casa disfrutamos desde el primer hasta el último bocado. Feliz semana 😉

 

Picadillo a la habanera: un clásico de la cocina cubana

2 Sep
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A inicios de mi experiencia en la cocina de este rincón virtual compartí una receta de tamalitos de col o repollos envueltos, rellenos de picadillo a la habanera, cuya receta retomo hoy con algunos ajustes que me parecieron oportunos compartir, ya que además de utilizar otros ingredientes, sin saltar los que no pueden faltar a este plato de la gastronomía cubana, ha quedado realmente delicioso, casi como el de mi abuela, y digo casi porque es muy difícil igualar la sazón de nuestras mayores, incluso si has crecido viendo cada detalle y mimo que dedican a nuestras comidas.

Como es casi norma en Cuba, el picadillo a la habanera se come con arroz blanco desgranado que puedes preparar de la forma que te muestro AQUÍ o de otra manera, también efectiva y más rápida, que encontrarás más abajo en esta misma receta. Para hacer una completa estoy segura que mis paisanos incluirían unos plátanos machos maduros fritos, los mismos que ponemos a lo que se conoce aquí en España como arroz a la cubana. Para esta combinación son mis preferidos, pero tal vez unos tostones o mariquitas os pueda servir también para el menú.

 Ingredientes para preparar Picadillo a la Habanera (4 personas)

  • 300 gr carne picada mixta vacuno/cerdo
  • 2 patatas cortadas de cubitos
  • 1 cebolla
  • 4 dientes de ajo
  • 1/2 pimiento rojo morrón o de asar
  • 1/2 pimiento verde italiano
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 3 tomates bien maduros
  • 1 vasito de vino tinto (100 ml aproximadamente, también puedes utilizar blanco)
  • 1 puñado de pasas
  • 6-7 aceitunas sin hueso troceadas
  • 1 cucharada de alcaparras
  • 1 cucharadita de comino
  • 1 cucharadita de mezcla de cilantro con achiote*
  •  pimienta negra
  • 1 cucharadita de azúcar (opcional) para rectificar la acidez del tomate
  • sal al gusto

Cómo preparar Picadillo a la Habanera

  1. Pula y trocea las papas en cubitos pequeños, ponlas un rato en agua con sal y después de escurridas fríelas en aceite de oliva suave antes o durante la preparación de nuestro picadillo. Pásala por papel de cocina una vez fritas para retirar el exceso de grasa y resérvalas.
  2. Pela y pica el ajo en finas láminas, ponlo a dorar en las 3 cucharadas de aceite de oliva caliente con cuidado de no quemarlos. Antes de que pueda suceder añade la cebolla muy finamente cortada en brunoise. Corta los dos tipos de pimientos en cubitos no necesariamente demasiado pequeñitos e incorpóralos una vez la cebolla esté pochada (transparente). Pon una pizca de sal y deja sofreír a fuego medio unos 3-5 minutos vigilando que no se queme.
  3. Mientras, sazona la carne con sal y pimienta, y escalda, pela y trocea los tomates que no te tomará más de 2 o 3 minutos.
  4. Echa la carne sazonada a la cazuela o sartén (asegúrate de utilizar una que puedas tapar más tarde) con la cebolla y los pimientos, desbarata bien la carne, mezclando todo muy bien y deja que se dore toda, para ello remueve cada rato, esto te llevará unos 5 a 8 minutos a fuego vivo pero no demasiado alto.
  5. Una vez toda la carne haya cambiado su color añade el vino a fuego fuerte hasta que se evapore y a continuación suma el tomate muy bien troceado, el comino y la mezcla de achiote y cilantro y remueve todo muy bien, agrega las pasas, las aceitunas troceadas y las alcaparras y vuelve a mezclar. Tapa y deja cocinar 20 minutos.
  6. Transcurrido el tiempo destapa y rectifica de sal y añade la cucharadita de azúcar si fuera necesario aunque con el dulzor de las pasas debe ser suficiente para neutralizar la acidez del tomate. Si aún la salsa te parece muy líquida déjala otros pocos minutos destapada, pero no la seques demasiado porque este plato necesita de ella para untar el arroz blanco.
  7. Incorpora en el último momento las papas fritas, mezcla y reserva caliente mientras preparamos el arroz blanco desgranado.

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Para el arroz necesitaremos:

  • 1 taza de 250 ml de arroz  largo (unos 250 gr)
  • 1 1/2  taza de agua (380 ml)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra

Cómo cocinar el arroz:

  1. Pon la medida de arroz en un colador y lava muy bien hasta que salga el agua transparente.
  2. Mientras pon a hervir el agua en una cazuela honda y amplia con tapa. Una vez alcance el punto de ebullición añade la sal y baja bien el fuego (para que calcules más o menos en una intensidad máxima de 9 ponlo al 3).
  3. Añade el arroz, tapa y deja cocinar hasta haya absorbido toda el agua y el grano esté cocido (entre 8-12 minutos dependiendo del fuego).
  4. Transcurrido el tiempo apaga el fuego, añade un hilo de aceite, vuelve a tapar y deja reposar entre 5 y 10 minutos.
  5. Pasado el tiempo de reposo destapa y remueve todo para que no queden granos pegados. Verás que el arroz así te queda especialmente desgranado.

Ahora solo queda servir el arroz coronado con el picadillo a la habanera y a disfrutar. Este arroz es el mismo que podemos preparar para un arroz a la cubana, con su huevo frito, tomate y los platanitos.

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Recuerda que puedes acompañarlo de plátanos, fritos o maduros naturales, o tosotones. Puedes disfrutarlo como plato único o de segundo con una ensalada de tomate, aguacate y aros de cebolla como primero.

*El achiote es un condimento y colorante natural rojizo muy empleado en la cocina de América y el Caribe. Tiene múltiples usos medicinales y sobre todo para dar color, las civilizaciones antiguas de los mayas e incas los empleaban como especie en sus preparaciones culinarias e incluso en sus pinturas para el cuerpo. Si os encontráis en algún producto industrial el código E160b dentro de los ingredientes estarán en presencia de un alimento que ha utilizado achiote para dar color.

Fusion rice: receta para amantes de arroces salteados

27 Abr
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Este Fusion rice (arroz fusión) de hoy es una receta de esas nacidas de la necesidad; en realidad alumbradas por la ansiedad de lo que más nos gusta y, cómo no, de tener a mano, en ese preciso momento de iluminación, todo lo que hace falta para construir lo que queremos. Quienes mejor me conocen, quienes han convivido conmigo, saben que en temas culinarios suelo aprovechar lo que tengo a mano. En la cocina de mi abuela, allá en Cuba, vi hacer con amor y poco más algunas maravillas. ¿Qué cubano crecido en nuestra Isla abrasadora no tiene una historia de estas, de madres y abuelas haciendo verdadera magia frente a los fogones?

La experiencia y el entrenamiento en tales lides nos hacen fuertes. Pero aterrizando en nuestra propuesta de hoy, este plato único tiene coincidencias con el arroz tres delicias y con alguno de la cocina Thai. Lo que marca la diferencia entre ellos, quizá, es el uso del ajo tierno y el espárrago, ingredientes que tenía a mano y que sin dudas le dan un toque muy sabroso y fresco a esta receta de arroz. ¿Te apetece comer al estilo Oriental esta semana? Pues vayamos por el delantal y los ingredientes y manos a la obra.

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Ingredientes para preparar Fusion rice o Arroz salteado a mi manera (2 personas)

  • 1 taza de arroz Jazmín
  • 1 1/2 taza de agua (para cocer el arroz por absorción)
  • 1 filete de ternera
  • 100 gr de gambas peladas
  • 4 espárragos verdes gruesos
  • 1 zanahoria
  • 3 ajos tiernos con el tallo
  • 2 huevos
  • 50 ml de salsa de soja ligera (puedes rebajar la normal con agua 25 y 25 ml de cada)
  •  sal
  • aceite de oliva suave

Cómo hacer Fusion rice o Arroz salteado a mi manera

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  1. Cocina el arroz mediante el método de absorción, para lo cual lava bien el arroz primero, calienta una taza y media de agua en cacerola de fondo amplio y grueso, y cuando haya hervido, añade sal, un chorrito de aceite de oliva, baja a fuego bajo, incorpora el arroz lavado, tapa y deja que cocine unos 12 minutos aproximadamente. Cuando haya absorbido toda el agua, separa del fuego, deja reposar 5 minuto y a continuación remueve. Puedes hacerlo con bastante tiempo de antelación para que se haya enfriado antes de saltearlo.
  2. Haz a la plancha el espárrago y el filete de ternera con unas piedrecitas de sal gorda y un hilo de aceite. Saca a un plato y reserva, y una vez se refresquen corta los espárragos a tu gusto y el filete en tiras finas. Utiliza la misma sartén o plancha para cocinar las gambas peladas unos 2-3 minutos por cada lado hasta que cambien de color. Reserva igualmente.
  3. Bate los huevos, sazona y haz una tortilla en una sartén anti adherente. Haz tiras de ella y reserva.
  4. Trocea el ajo tierno en rodajitas finas y la zanahoria en juliana también fina, échalos a una sartén o wok con un hilo de aceite de oliva suave, sazona y deja saltear unos 5 minutos a fuego medio alto. A continuación agrega el arroz cocido, saltea un par de minutos, riega la salsa de soja ligera, mezcla bien y por último añade el resto de los ingredientes reservados: el espárrago, las tiras de ternera, las gambas y por último las tiras de tortilla. Revuelve todo y sirve enseguida.

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El arroz Jazmín es ideal para recetas como ésta, puedes prepararlo de esta manera o hervirlo en abundante agua y escurrirlo, pero ten en cuenta no cocerlo demasiado ya que vas a saltearlo más tarde. De la manera que yo te propongo el arroz queda en su punto. No queda duro y sí al punto adecuado para saltearlo después sin romper los granos.

Más fácil aún es si el huevo lo cocinas a la manera de revuelto (revoltillo) y no de tortilla. Eso sí, no los rompas demasiado para que te encuentres los tropezones. Queda igual de bueno.

Los espárragos verdes tiernos con su sabor almendrado le da un toque delicioso al salteado de arroz. A la plancha conservarán todas sus propiedades y el sabor se realza. Yo nunca los hiervo. Si quieres puedes utilizar uno solo de los ingredientes proteicos. Escoge ternera o gambas, dobla la cantidad y ya está.

Es un plato único fabuloso, con un poco de ensalada cruda para acompañar, un menú sano y equilibrado. En casa lo pongo a la mesa muy frecuentemente. Y si quieres ver otras propuestas diferentes de arroz, visita este enlace y este otro, donde encontrarás más recetas. ¡Feliz semana!

Falafel: otra receta de Oriente desvelada

20 Abr
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Dicen que ya desde los tiempos de Mahoma y por referencias en el Corán se conoce del falafel. ¿De dónde es originario? No se sabe a ciencia cierta, aunque una y otra vez se mencione a la India como raíz de este plato. Lo cierto es que nos ha llegado directamente de la cocina del Oriente, cada vez menos lejano. Esta especie de croqueta o fritura de garbanzos o habas, dependiendo de la zona donde se consuma, fundamentalmente Paquistán, países de Oriente Medio y la India, ha dejado de ser una exquisitez exclusiva de los restaurantes especializados para irrumpir en las cocinas de numerosos hogares.

Lo que distingue el falafel de otras frituras o empanadillas es que su ingrediente fundamental no se cocina, sólo se pone en remojo el tiempo suficiente para poder triturarlo de conjunto con el resto de sus componentes. Rico en proteínas de origen vegetal es un plato estrella para vegetarianos y para todos aquellos que desean incluir más alimentos no animales en la dieta. A los pequeños les encantará y los mayores no se quedarán atrás.

Aunque el falafel que conocemos en Occidente suele ser completamente de garbanzos, se prepara también solo con habas como la variante egipcia llamada ta`miyya, con una mezcla de ambas legumbres, o solo con garbanzos como la receta que elaboramos hoy, acompañada con la tradicional salsa de yogur a manera de entrante o plato inicial. El falafel también se puede acompañar con salsa de Tahine y disfrutarla en un pan de pita a manera de bocadillo. De cualquier manera está realmente delicioso y especialmente nutritivo y sano.

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Ingredientes para preparar Falafel (2-4 personas)

  • 250 gr garbanzos secos remojados
  • 1 cebolla pequeña
  • 2-3 dientes ajo sin el nervio central
  • 1 ramita de cilantro fresco
  • 1 cucharada de perejil fresco
  • 1 cucharadita de cominos molidos
  • 1 cucharadita de pimentón
  • pimienta negra (pizca al gusto)
  • 1 cucharadita de levadura química, Polvos Royal o bicarbonato
  • sal
  • aceite de oliva suave para freír
  • Para la salsa: 1 yogur + 1 cucharada de zumo de limón + 1 cucharada de hierbabuena o menta finamente picada + sal
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Cómo preparar Falafel

  1. Pon en remojo al menos 24 horas los garbanzos. Mejor si los dejas 48 horas y vas cambiando el agua del remojo dos veces al día.
  2. Una vez bien hinchados, retira el agua, escúrrelos bien, ponlos en un paño limpio o sobre papel de cocina para secar el exceso de agua y luego procede a triturarlos. Si no tienes una mini-pimer o un accesorio triturador haz como hago yo: machaca los garbanzos poco a poco en un mortero grande y déjalos en mejor estado para pasarlos más tarde por la batidora sin riesgo de que la rompas.
  3. Pica el ajo y la cebolla y añádelos con el resto de los ingredientes: (cilantro, perejil, comino, pimentón y la levadura) a la pasta de garbanzos obtenida en el mortero. Si tienes accesorio triturador ponlo todo junto a los garbanzos y procede a triturar. De lo contrario ponlo todo junto después de haber majado los garbanzos y pasa por la batidora hasta obtener una masa homogénea con aspecto parecido a la arena fina húmeda. No importa si te queda algún pequeño tropezón.
  4. Haz una bola compacta, tapa con un paño húmedo y deja reposar por una hora en un lugar muy fresco o en la parte menos fría que tengas dentro de la nevera.
  5. Transcurrido el tiempo de reposo en que hará efecto la levadura sobre la masa para un resultado más esponjoso, mójate las manos y procede a formar bolitas uniformes que luego puedas aplanar ligeramente. Cuando estés dando forma a las bolitas ayúdate de una cuchara no muy grande para coger las mismas cantidades una y otra vez. Aprieta en el proceso para eliminar el exceso de agua.
  6. Una vez formados nuestros falafel calienta abundante aceite de oliva suave y cuando esté bien caliente procede a freír poco a poco hasta que se doren. Pásalos a un plato forrado con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
  7. Sirve acompañado de nuestra salsa de yogur.
  8. Para hacer la salsa de yogur mezcla el yogur, el zumo de limón, la hierbabuena y sazona a tu gusto.

Así de fácil esta receta. Escoge un aceite de oliva muy suave indicado para freír y que no otorgue un sabor desvirtuado del que debe tener el falafel, suficientemente sabroso ya con el garbanzo, el cilantro y el ajo. Si cuando tritures todo, el resultado es una masa muy húmeda y difícil de formar, añade un poco de harina, de garbanzo preferentemente, pero no te pases para que no te queden demasiado secos después de haberlos freído. Por eso mejor escoger un garbanzo fresco que necesite menos tiempo en remojo.

 

Hamburguesa de bacalao con hummus: de la receta original de Ernest Subirana

16 Abr
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Hace ya un par de semanas desde que la Cocina sana de Ernest Subirana publicara su Hamburguesa de vigilia, una receta con la que quedé entusiasmada desde el primer momento y que hoy os traigo, después de haber comprobado que, efectivamente como me imaginé, está realmente deliciosa. El trabajo con la hamburguesa es fiel reproducción de la original. La masa es tan cómoda de trabajar que las hamburguesas se pueden formar con las manos perfectamente sin tener que recurrir a un molde cilíndrico, una anotación que destaco para quienes como yo no lo han tenido disponible en un momento dado.

A la crema de garbanzos solo agregué los únicos ingredientes que podían faltar a la receta de referencia para convertirse en el clásico hummus de la gastronomía árabe. Hablo de un par de cucharadas de zumo de limón, así como del tahine o tahina, una pasta que podréis preparar con dos cucharadas de sésamo o ajonjolí tostado, 4 cucharadas de aceite de oliva muy suave o agua (dependiendo de vuestras preferencias), y una pizca de sal. Tan fácil como pasarlo por una trituradora o prepararlo con la ayuda de un mortero como he hecho yo. Del resultado, solo se emplean para el hummus unas 3 cucharadas de tahine. Guarda el resto para utilizar en otro momento, en algún otro plato de la cocina del Medio Oriente.

Aunque la propuesta original de Ernest Subirana incluye como acompañamiento unas espinacas frescas, esta vez me decanté por una mezcla de brotes tiernos. Para completar la ensalada aguacate con cebolleta, todo aliñado con vinagre de módena, y unos panecillos integrales tostados para aprovechar y disfrutar aún más el hummus.

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Esta vez me salto los pasos habituales de la receta porque podréis encontrarlos perfectamente explicados en el enlace que os he dejado un par de veces más arriba. Muchas gracias Ernest por regalarnos esta maravillosa receta, y espero de todo corazón que ganes el concurso en el que has participado con ella. Si por mí fuera te daba todos los votos posibles 😉 ¡Buena suerte!

Fricasé de pollo a la cubana: para olla exprés o normal

19 Feb
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La cocina cubana es una gran mezcla de diferentes culturas, por ello puedes encontrar desde un plato que hace un guiño a los cocidos españoles hasta una receta con salsas parecidas a las italianas o con vocablos indígenas, ingleses o incluso franceses como este fricasé de pollo que hoy os quiero mostrar. No sabemos a ciencia cierta cuándo ni quién introdujo en nuestra cocina este rico guiso de ave. Se dice que fue la burguesía habanera por allá por los siglos XVIII o XIX. Tampoco conocemos cuál es la receta original definitiva debido a la variedad de ingredientes con que se ha preparado a lo largo de los años.

Lo cierto es que con unos u otros productos, respetando la salsa a base de tomate, se ha llevado a la mesa como una receta donde proteínas, verduras y carbohidratos se complementan magistralmente. Algunas referencias gastronómicas indican que en un fricasé la carne no se cocina demasiado, pero definitivamente ese no es nuestro fricasé en que solo se acortan los tiempos de cocción porque el pollo va en piezas más pequeñas y su carne suele cocerse antes. Nos gusta la carne bien cocinada y adobada (marinada) y nos empeñamos en que así sea. En la olla a presión este fricasé de pollo queda tierno pero bien hecho, así que aprovéchala si la tienes en casa.

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Ingredientes para preparar Fricasé de pollo (para 2-3 personas)

  • 1/2 pollo troceado en partes: muslo y encuentro (cuarto trasero), ala y pechuga
  • 1-2 patatas
  • 1-2 zanahorias
  • 1 lata de tomate natural triturado (400 ml)
  • 250 ml caldo de pollo (puedes disolver una pastilla de caldo Avecream en la misma medida de agua)
  • 100 ml de vino blanco
  • 2 cucharadas de alcaparras
  • 12 aceitunas rellenas de pimiento (que aunque no utilicé esta vez la pongo como opcional)
  • 1 cebolla cortada en juliana
  • 1-2 dientes de ajo
  • 1 pimiento verde cortado en cubitos
  • 1-2 hojas de laurel
  • 1 cucharadita de orégano
  • 1/2 cucharadita de comino
  • 1 cucharadita de azúcar
  • perejil finamente picado para decorar
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • sal

Para el adobo del pollo si te decides a hacerlo (marinarlo) previamente:

  • 4-5 dientes de ajo
  • pizca de pimienta
  • zumo de 1 naranja + 1 lima o limón (en sustitución de la naranja agria que siempre utilizamos en los adobos cubanos)
  • 1 cucharadita sal

Majando muy bien en el mortero el ajo con la pimienta y la sal haz una pasta con la que untarás todas las piezas de pollo. Yo le quito la piel porque no me gusta la grasa que acumula, pero puedes dejársela si lo prefieres. Coloca las piezas de pollo en un recipiente y riega con el zumo de la naranja y el limón. Tapa muy bien y déjalo en la nevera toda la noche. Este marinado marca la diferencia con un fricasé sin adobo anterior, pero si por cuestiones de programación o tiempo no tuviste en cuenta esto, podrás preparar una receta igual de rica siguiendo los pasos a continuación para un pollo marinado a no.

Cómo preparar Fricasé de pollo a la cubana

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  1. En una sartén calienta las 3 cucharadas de aceite de oliva (puedes emplear de girasol) y cuando esté bien caliente sella y dora bien por todos lados el pollo (hazlo en dos tandas si no tienes espacio para todas las piezas y si no lo marinaste asegúrate de salpimentarlo). Colócalas en la olla según vayas terminando de dorar  (yo siempre utilizo mi olla exprés para esta receta y en solo 12 minutos la tengo lista).
  2. Una vez todas las piezas selladas y doradas utiliza la sartén en que preparaste el sofrito. Ten cuidado que la temperatura del aceite restante no esté demasiado alta, baja bien el fuego o separa si es necesario hasta que tengas las sazones listas.
  3. Pon la cebolla en juliana a pochar junto con el pimiento hasta que se ablanden. Si tiene muy poco aceite pon otra cucharada y aprovecha para desglasar el fondo de la sartén para que la cebolla y el pimiento se impregnen de los sabores dejados por la carne del pollo.
  4. A continuación vierte el vino y deja evaporar el alcohol. Suma el tomate triturado y el caldo de pollo, el ajo bien triturado o majado, el orégano, el comino y el laurel y la cucharadita de azúcar. Prueba de sal y rectifica y deja sofreír todo unos 5 minutos.
  5. Mientras pela las patatas y córtalas en cachelos (trozos irregulares) y raspa y corta en rodajas la zanahoria. Añádelos al pollo.
  6. Echa el sofrito a la olla y agrega las alcaparras o aceitunas por último. Fíjate que la salsa cubra el pollo, si no es así pon algo más de agua para evitar que se pegue durante la cocción. Tapa, pon el fuego alto y una vez alcance la presión y comience a echar vapor, baja el fuego a la mitad y deja cocinar unos 10-12 minutos dependiendo de la olla. También puedes hacerlo en una cacerola con tapa durante unos 30 minutos. Espolvorea con perejil de forma opcional a la hora se servir, una costumbre que he adquirido aquí en España.

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Listo, tendrás una receta de pollo en salsa exquisita y que podrás aprovechar para acompañar un arroz blanco desgranado o un trozo de pan para rebañar. En Cuba a un fricasé como éste podrían irle de maravillas unos Moros y Cristianos, unos Tostones y una buena tajada de aguacate. Una «completa» que puede incluirse perfectamente en nuestros menús criollos. Aunque solemos ser bastante golosos, en un menú como éste las porciones son más pequeñas, aunque hay algunos que muy bien repiten si todavía queda en la mesa. ¡Buen provecho!

Tortilla de patatas al estilo italiano

29 Jul

Esta entrada es un homenaje a dos culturas, la española y la italiana, que comparten mucho, sobre todo la riqueza y variedad de la dieta mediterránea. Hace ya algún tiempo, prometí en un comentario en uno de los blogs que sigo, la receta de una tortilla española con sabor a pizza, de ahí lo del estilo italiano. Estoy segura de que no soy la única que habrá pensado en ello; y como en casa nos encanta la tortilla de patatas, siempre ando reinventándola. Otra cosa que disfrutamos de vez en cuando es una pizza, y si es hecha en casa, mejor.

Este fin de semana tuve antojo de las dos. A falta de una masa casera, o mejor dicho de la disposición para ponerme en ella con antelación, opté por una tortilla española con un aderezo a lo italiano que me dejara satisfechas las ansias de pizza. Con un poco de queso, hierbas aromáticas y tomate consigues ese sabor, el resto de los ingredientes  primordiales: huevos y patatas. Con muy poco podemos prepararnos un aperitivo de lujo para brindar a nuestros amigos, para acompañar una cerveza o incluso para un almuerzo o una cena.

¿Os entusiasma la idea? Pues vayamos y cocinémosla.

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Ingredientes para preparar Tortilla de patatas estilo italiano

  • 2 patatas grandes
  • 4-5 huevos
  • 3 tomates secos previamente rehidratados
  • 4 cucharadas de queso rallado Grana Padano (Parmesano)
  • 1 loncha troceadita de queso Mozzarella + otra para coronar
  • 1 cucharadita de orégano seco (otro poco para coronar)
  • 1/2 cucharadita hierbabuena seca (otro chin para coronar)
  • sal de ajo (puedes utilizar ajo deshidratado molido o un diente bien majado)
  • tomates cherry
  • Hojas de rúcula
  • aceite de oliva
  • sal

Cómo preparar Tortilla de Patatas estilo italiano

  1. En un vaso con agua deja que los tomates secos se hidraten durante unos 15-20 minutos.
  2. Pela y corta en rodajas muy finas las patatas. Fríelas en abundante aceite hasta que estén blandas y comiencen a dorarse ligeramente. No tienes que dejarlas dorar demasiado. Pásalas a un papel de cocina doble absorbente para quitar el exceso de aceite y espolvorea un poco de sal de ajo o en su defecto simplemente sal. Puedes cocerlas en agua hirviendo unos 5-10 minutos si quieres evitar el aceite, o en una bolsa para asar apta para el microondas unos 6-8 minutos a máxima potencia.
  3. Bate los huevos, ponles un poco de sal de ajo o sal normal (no te pases si pusiste suficiente a las patatas), agrega el orégano y la hierbabuena, bate otro poquito para que se integre todo, incorpora las patatas y con un tenedor escáchalas un poco para que se hagan trocitos más pequeños (así se hace la auténtica tortilla española). Añade el queso rallado y la loncha troceadita (recuerda reservar la otra loncha para coronar) y por último el tomate seco rehidratado muy finamente picado. Mezcla todo.

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  4. En una sartén antiadherente pon 2 cucharadas de aceite de oliva o del mismo conque freíste las patatas. Vierte la mezcla y empareja todo revolviendo enseguida con ayuda de una cuchara de madera (no temas que no harás un revuelto o revoltillo). Déjala cocinar tapada con el fuego bien bajo para que se cocine bien poco a poco hasta que empiece a burbujear encima. Fíjate que cuando muevas un poco la sartén esté cuajada: es el momento de darle la vuelta. ¿Cómo? Muy fácil: despega con cuidado de los laterales con una espátula, coge un plato a una tapa más grande que la boca de la sartén, tápala, gira y vuelve a colocar con cuidado la tortilla en la sartén. No pasa nada si queda algo de huevo en el plato.
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  5. Pon enseguida la loncha de queso mozzarella que habíamos reservado, tapa, deja 2-3 minutos más para que funda el queso mientras termina de cocerse la tortilla. Retira del fuego.
  6. Coloca la tortilla en un plato adornada con los tomates cherry y la rúcula y espolvorea con orégano y hierbabuena.

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Listo, aquí tienes una forma más de preparar una tortilla de patatas. Yo no puse esta vez cebolla. Pero puedes incluirla sin lugar a dudas. Eso sí, no la pongas cruda, sofríela antes de agregarla a la mezcla de huevos. Fíjate en esta otra Tortilla de patatas, que compartí hace no mucho tiempo y que también podrás hacer agregándole los ingredientes de hoy o simplemente preparándola como explico en la receta.

Compártela con los amigos o tu familia con una cerveza bien fría o un refresco para los pequeños y no os arrepentiréis. Un saludo y feliz inicio de semana.

Ensalada César: receta con salsa ligera y fácil

24 Jul

Hace ya algunos años que la ensalada César dejó de ser plato estrella local para cruzar fronteras y conquistar el gusto de muchísimos a un lado u otro del planeta. Se dice que la receta fue ideada por un italiano radicado en México, y que fue nombrada en honor del dueño del restaurante donde trabajaba, César Cardini, de mismo apellido que su creador, Alex Cardini.  Este último viajó a Tijuana a un concurso de gastronomía y allí se llevó un premio con su ensalada, cuyo secreto radicaba en el aliño. Cuentan que primero se popularizó y se conoció en California; lo cierto es que hoy ha quedado desvelado.

Otra historia señala que la receta fue inventada por el mismo César Cardini, dueño del mencionado restaurante, por allá por 1930, no se sabe con certeza si en la ciudad de Tijuana o Ensenada, y que surgió cuando unos pilotos norteamericanos solicitaron una ensalada cualquiera y a falta de tomates u otros ingredientes típicos, el señor Cardini acudió a una receta que su madre solía preparar en tiempos de escasez cuando vivían en el sur de Italia. Según cuentan, la ensalada gustó tanto que la llamaron Aviator´s Salad: Ensalada de los Aviadores.

En resumen, sea cual sea la verdadera historia del origen, el plato contenía lechuga romana, huevos, trocitos de pan fritos al aceite, queso seco, vinagre, azúcar, aceite de oliva, unas gotas de salsa inglesa (salsa a base de anchoas) y zumo de limón. La propuesta que traigo hoy es una versión mía aunque con el aliño he tratado de ser bastante fiel, que en definitiva es lo que hace a esta ensalada distintiva y deliciosa. Por otra parte, la ensalada ha ido variando con el pasar de los años y ha asimilado nuevos ingredientes, incluso la anchoa en salazón a la cual se opuso su propio autor antes de morir. El combate no fue contra la anchoa sino contra la salazón pero al final, en esta forma también la disfrutamos hoy.

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Ingredientes para preparar Ensalada con salsa César (plato único para 2 personas)

(versión opcional con dúo de tomates y palitos de cangrejo)

  • 1 pechuga de pollo grande
  • 2 rebanadas de pan de molde sin corteza y cortadas en cubitos
  • 1 lechuga romana 
  • 1 extra de hojas mezcla de lechugas Batavia
  • 50 gr de queso viejo en lascas o Parmesano (esta vez utilicé uno añejo de cabra pero usa el que prefieras)
  • 1/2 cebolleta cortada en juliana
  • 4 palitos de cangrejo cortados en daditos
  • 1 tomate maduro rojo en medias lunas finas
  • 4 tomates cherry pera cortados en 4
  • 1/2 lata de maíz dulce 
  • 2 filetes de anchoas en salazón
  • 2 cucharadas de aceite
  • un chorro de vino blanco
  • pimienta negra
  • sal

Para la Salsa César:

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  • 70 ml de aceite de oliva
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 1 huevo grande
  • 1/2 diente de ajo
  • 1 cucharada de mostaza
  • 1 cucharada de salsa inglesa Lea & Perrins (opcional)
  • 2 filetes de anchoa

Cómo preparar Ensalada con Salsa César

  1. Corta la pechuga de pollo en tiras pequeñas. Salpiméntalas y ponles un chorro de vino blanco (no tiene que cubrirlas completamente). Tápalas bien y resérvalas en la nevera mientras preparamos el resto de los ingredientes. 
  2. En una sartén calienta las dos cucharadas de aceite y fríe el pan. Más bien se tuesta porque es poco aceite pero así quedarán mejor. Una vez estén dorados los daditos de pan sácalos y resérvalos.
  3. En la misma sartén agrega un chorrito de aceite, si fuera necesario, para cocinar nuestras tiras de pechuga de pollo escurridas (reserva el vino donde estuvieron marinándose) hasta que veas que la carne está cocida. Agrega el vino, sube un poco el fuego, deja que evapore completamente, remueve y verás como las tiras toman un poco más de color. Retíralas antes que puedan resecarse demasiado o quemarse. Déjalas que se atemperen mientras hacemos la salsa César.

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  4. En un recipiente o vaso en el que puedas batir pon todos los ingredientes para el aderezo: el aceite, el huevo, el zumo de limón, el ajo, la mostaza, la anchoa y la salsa inglesa. No pongas nada de sal porque la anchoa ya suele llevar bastante. Con el brazo batidor bien en el fondo comienza a batir. No lo muevas para nada hasta que veas que ya ha emulsionado perfectamente. Entonces puedes mover la batidora para terminar de integrar todo. El resultado es una salsa bastante ligera sin llegar a ser líquida para que pueda penetrar perfectamente entre las hojas de nuestra ensalada. Pero si la prefieres más contundente, en vez de poner un solo huevo suma la yema de otro y tendrás una especie de mayonesa con todo el sabor de la salsa César.  Reserva en la nevera hasta que esté servida la ensalada.

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  5. En una fuente o ensaladera dispón la lechuga, el tomate, los palitos de cangrejo, el maíz, la cebolla y uno de los filetitos de anchoa muy finamente picado (reserva el otro para decorar). Mezcla bien. Sirve en dos platos individuales y reparte el pollo y el queso en cantidades iguales. Riega con un poco de salsa y pon el pan en el último momento para que no se ablande y lo puedas disfrutar bien crujiente. Pon la salsa extra en una salsera por si te apetece poner algo más.

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Ya está, a disfrutar esta rica ensalada a la que puedes agregar un poco de beicon o panceta crujiente, por ejemplo. O un huevo duro bien troceadito en vez de tomate y cangrejo. Con una salsa como ésta cualquier ingrediente extra le viene de maravillas, pero siempre sin poner demasiado para que no prevalezcan unos sabores más que otros. Tengo otra ensalada, con la fruta estrella de temporada aquí en España, aguardando en la nevera. Estoy ansiosa por compartirla con todos. Mientras, aquí les dejo con otra receta súper sencilla, fresca y que puede resultar una aliada en la conservación del bronceado natural de la piel: Ensaladilla de zanahoria rallada. Ánimo y sean felices que ya queda poco para el fin de semana o esas esperadas vacaciones. Un abrazo. 🙂

Salmorejo de cerezas: receta a partir del original salmorejo cordobés

10 Jul

El verano pasado hice por primera vez un Salmorejo cordobés gracias a la genial explicación que encontré en la página Javirecetas. Quedé prendada con este sencillo pero delicioso plato que apaciguó el calor, la sed y el hambre de numerosas tardes y noches en lo adelante. Este año, nada más asomar el menor signo de calor, ya me fui en busca de unos buenos tomates maduros para hacer el primero de la temporada. A estas alturas de julio en España los tomates, sobre todo de pera y de rama, están en su mejor momento de maduración y sabor.

Para el salmorejo y su primo el gazpacho yo prefiero los tomates de rama. Los de pera los rallo y no hay un fin de semana en que no me levante con un rico desayuno andaluz, esto sí sea verano o invierno. Retornando al salmorejo, hace algunos días me volví a tropezar en los recovecos de Internet, con otra receta que me prendó, esta vez un salmorejo con cerezas de Directo al Paladar para el cual van todas mis palmas. Quizá no haya conseguido el color que, comprobarán, tiene la receta original a la que hago referencia; a las cerezas culpo solo del color, porque en lo que a sabor se refiere, reitero, una explosión maravillosa.

Y después de los comentarios particulares en torno a la receta de hoy, acotar que el salmorejo cordobés, nadie lo confunda con otro guiso que se suele preparar también en estas tierras ibéricas para cocinar algunas recetas de caza, es un plato de origen muy humilde que se elaboraba mucho antes de que, con el descubrimiento del Nuevo Mundo, Cristóbal Colón trajera a España el tomate. O sea que antes de esto solo llevaba pan duro majado en vinagre, aceite de oliva y ajo, y jamás encontró espacio en los libros de cocina de los reyes o la corte en general. Era alimento de los pobres y campesinos.

Hay dos momentos cruciales para el salmorejo como lo conocemos hoy. Uno cuando se introduce el tomate y proporciona el color rojizo (antes era una sopa o crema blanca), y un segundo momento cuando se inventó la batidora eléctrica, que sustituye el primitivo proceso de majar hasta el cansancio todos los ingredientes en un mortero. Referencias históricas mencionan que romanos y árabes, cada uno en su momento a su paso por Al Andaluz y otros sitios, elaboraron y consumieron el salmorejo blanco, caliente o frío. Hoy, el plato que se identifica como salmorejo cordobés es algo diferente, pero rico y refrescante y extendido por toda la geografía española.

En esta entrada van dos recetas en una. Imposible llevarles directo al Salmorejo de Cerezas sin antes hacer una pequeña escala técnica y aterrizar en el original Salmorejo Cordobés, así que a ponerse las pilas para preparar los dos. Cada uno a su vez 😉

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Ingredientes para preparar Salmorejo cordobés (receta de Javi para 2-4 personas)

  • 500 gr tomates maduros (rama)
  • 100 gr de pan del día anterior (la miga)
  • 1 diente de ajo (con 1/2 tiene suficiente para mi gusto)
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • agua para escaldar los tomates
  • sal

Cómo preparar Salmorejo Cordobés para 2-4 personas

  1. Escalda los tomates y déjalos listos para emplear. Pincha en el enlace anterior o aquí para ver lo fácil que es de hacer. 
  2. Coloca en un recipiente o vaso batidor la miga de pan desmenuzada a mano, los tomates encima, el aceite de oliva, el ajo y la sal al gusto. Tritura bien. Si te parece pásalo por un colador chino pero como le retiramos la piel a los tomates el salmorejo quedará con una textura genial. Las pequeñas pepitas de los tomates no hacen más que bien a nuestra digestión.
  3. Ya está, deja en la nevera mientras coces un huevo duro para acompañar, y si tienes algo de jamón serrano, no dudes en agregarlo.

Genial como entrante en cualquier menú este verano, para tomar entre horas o como sustituto de una cena ligera. ¿Qué tal? ¿Complacidos? Vamos entonces a por el Salmorejo de Cerezas, una opción más gourmet para paladares más exigentes, pero definitivamente al alcance de todos.

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Ingredientes para preparar Salmorejo de cerezas (receta de Directo al Paladar para 4-6 personas)

  • 650 gr de tomates maduros (de rama)
  • 350 gr de cerezas (del Jerte mejor)
  • 200 gr miga de pan viejo
  • 150 ml de aceite de oliva virgen extra (si es de la variedad que pica pon la mitad de uno más suave)
  • 1/2 diente de ajo (puedes poner uno entero si es pequeño)
  • sal

Cómo preparar el Salmorejo de cerezas

  1. Primer paso idéntico de escaldar los tomates. Directo al Paladar no les quita la piel porque luego pasa todo por un colador chino, pero a falta de uno lo ideal es escaldar y quitar la piel.
  2. Deshuesar las cerezas que puedes hacer con un instrumento especial o con las manos, que resulta muy pero que muy fácil si están maduras.
  3. Como en el salmorejo cordobés de más arriba dispón el pan primero, los tomates, las cerezas, el aceite de oliva, el ajo y la sal al gusto, y tritura en la batidora.

Siempre que escaldes los tomates, como si no, pon el salmorejo en la nevera un buen rato antes de disfrutarlo. Se come bien fresquito, y también puedes acompañarlo de huevo cocido y jamón ibérico o serrano. Este de cerezas lo he tomado como merienda o como entrante. De cualquier manera está delicioso. Una combinación de sabores que literalmente hace la boca agua. Espero se animen a prepararlo. Seguro lo disfrutarán muchísimo y querrán repetir y hasta experimentar con otros ingredientes.

Risotto de jamón cocido y espinacas

12 Jun

Como prometí en mi última entrada de los Aguacates rellenos aquí vengo con un risotto riquísimo, cuya receta encontré desempolvando mi pequeña biblioteca. El arroz es uno de los alimentos que más hago en casa, por eso siempre trato de variar la forma de comerlo. Es la herencia de Cuba, donde no hay un día en que no se coma arroz, a excepción de los días de espaguetis. La propuesta de hoy es casi idéntica a la del libro que tengo, pero como casi siempre trato de darle el toque personal.

Y como siempre también, alguna que otra pincelada del risotto, cuya naturaleza italiana para nadie ya es desconocida. Originaria de la zona noroeste de ese cercano país, específicamente del este de Piamonte, el oeste de Lombardía y de la zona de Verona, regiones donde más abunda de arroz, es un pilar de la gastronomía norteña en general. La seña característica de esta preparación es el queso, generalmente parmesano, y una variedad de arroz de alta calidad, de grano medio a pequeño con escasa cantidad de amilosa, que hace posible, al liberar más almidón, que quede un arroz más cremoso y absorba mejor el sabor.

Aunque en esta ocasión no utilicé ninguno de los arroces que más se usan en Italia para el risotto, menciono los que con más frecuencia se emplean allí. Ellos son Arborio, Baldo, Carnaroli, Maratelli, Padano, Roma y Vialone Nano. Las variedades consideradas mejores y más caras son el Carnaroli, Maratelli y Vialone Nano, con características ligeramente diferentes. La Carnaroli, por ejemplo, es menos propicia a pasarse que su hermana la Vialone Nano. Sin embargo ésta última se cocina más rápido y se impregna mejor de los sabores. La cuestión es que puedes escoger un arroz redondo de los que tenemos, muy buenos, aquí en España. Si sigues mis consejos tendrá el auténtico sabor.

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Ingredientes para preparar Risotto de jamón cocido y espinacas (para 4 personas)

  • 1 litro de caldo de pollo hirviendo (puedes disolver dos pastillas en un litro de agua hirviendo)
  • 225 gr de espinacas frescas
  • 120 gr de jamón cocido
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 3 cucharadas de mantequilla
  • 1 cebolleta picada finamente
  • 280 gr de arroz arborio (esta vez empleé La Fallera)
  • 150 ml de vino blanco seco
  • 120 ml de leche evaporada (la receta original pone nata pero yo me quedo con la leche evaporada que es mucho más ligera)
  • 85 gr de queso parmesano rallado (Grana Padano)
  • 1 cucharada sopera de hierbabuena finamente picada
  • sal y pimienta al gusto

Cómo preparar nuestro Risotto de jamón cocido y espinacas

  1. Pica la cebolleta finamente en brunoise. Lava bien las espinacas y trocéalas en juliana. Corta el jamón en tiras finas. Reserva todo listo para usar.
  2. En una cazuela de base gruesa calienta a fuego medio el aceite de oliva con dos de las tres cucharadas de mantequilla hasta que ésta se derrita completamente.
  3. Incorpora la cebolleta finamente picada y pon una pizca de sal si la mantequilla empleada no tiene ninguna. Rehógala hasta que comience a dorar pero no dejes que se queme.
  4. Baja el fuego, echa el arroz, mézclalo bien con la mantequilla y la cebolleta y déjalo sofreír un par de minutos y cuando los granos estén transparentes agrega el vino y cuécelo 1 minuto hasta que haya evaporado.
  5. Ahora viene la parte donde tienes que poner el caldo cucharón a cucharón, removiendo tras cada cucharón que eches hasta que el arroz lo embeba. Sube el fuego un poco para que el líquido borbotee.
  6. Déjalo cocer unos 15 a 20 minutos dependiendo de la dureza del arroz que emplees o hasta que el caldo se haya absorbido.
  7. Unos minutos antes de terminar la cocción añade las espinacas y el jamón que teníamos reservado.
  8. Pasado el tiempo de cocción separa del fuego y agrega el resto de la mantequilla y la leche evaporada. Remueve bien, añade el queso y la hierbabuena y remueve hasta que se funda.
  9. Salpimenta al gusto y sírvelo enseguida.
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    Seguro que quienes gustan tanto como yo de comer arroz, van a querer repetir una y otra vez este risotto. No obstante, quieran repetir o no, pronto vengo con otro risotto para seguir tentando al paladar. Quienes sientan predilección por los sabores exóticos, no se pierdan mi Arroz meloso con pistacho y dátiles. Y para los que deseen saber algo más del arroz como alimento milenario, pinchen aquí.

Cerdo agridulce con arroz basmati

3 May

¿Te apetece una receta estilo oriental sin tener que salir de casa o pagar por que te la traigan? Pues yo te propongo un plato sencillo y tan rico que seguro querrán repetir. Lo mejor es que tienes plena seguridad de lo que empleas y en qué proporciones, además de no pasarte ni con los salsas o grasas que a veces ponen de más en este tipo de cocina. Para nada estoy quitando méritos a los restaurantes orientales, ni hablando en detrimento de ellos. En más de una ocasión los he visitado y en más de una ocasión he salido complacida.

Pero volviendo a nuestra receta hecha en casa, vamos a preparar unas masitas (magro de cerdo) que en un último momento de su cocción sazonaremos con un toque de salsa de soja (salsa de soya o salsa china) y otro de miel de abejas para acabar de dar el sabor agridulce de la comida asiática, en específico de la gastronomía china. Os aclaro que un producto inspirado en Oriente, pero no es original de ninguna región.

Así que si os apetece una receta genuina de la cocina de Tras La Receta, vayamos a por nuestros ingredientes y cocinemos este Cerdo agridulce con arroz basmati como guarnición.Cerdo agridulce

 

Ingredientes para preparar Cerdo agridulce con arroz basmati (2 personas)

  • 400 gr de magro de cerdo (pícalo en cubitos pequeños si te lo venden en trozos grandes)
  •  3 dientes de ajo majados
  • 1/2 limón
  • mix de pimientas (al gusto)
  • 2 zanahorias pequeñas
  • 1 cebolla
  • 1/2 pimiento rojo morrón
  • 3-4 cucharadas de salsa de soja
  • 1 cucharada de miel de mil flores
  • 2 cucharadas de aceite de girasol o de oliva suave
  • 100 ml de agua ( 1 vasito pequeño de los de vino)

Cómo preparar Cerdo agridulce con arroz basmati

  1. Primeramente pon a marinar al menos 1/2 hora antes el magro de cerdo. Para ellos maja los dientes de ajo en un mortero hasta conseguir una pasta, agrega el zumo de limón y unta bien con este adobo la carne. Agrega sal y el mix de pimientas al gusto, tapa y deja en la nevera.
  2. Una vez haya pasado al menos 1/2 hora, saca la carne del frigorífico y ponla en una sartén con las 2 cucharadas de aceite y que se cocine muy lentamente tapada.
  3. Pica la zanahoria en trozos pequeños y agrégala a la carne. Déjalas que se hagan juntas poco a poco hasta que comience la carne freír y dorar muy bien. (aproximadamente 30-40 minutos a fuego bajo a medio)
  4. Es el momento de agregar la cebolla picada en daditos o brunoise y a continuación el pimiento rojo. Deja que se mezclen bien y en cuanto comience a cambiar de color la cebolla agrega la cucharada de miel, la salsa de soja y el vasito de agua. Tapa otra vez, sube un poco el fuego y deja otros 5 minutos.
  5. Si pasado el tiempo ya ha espesado un poco la salsa y se ha integrado todo, apaga el fuego y reserva.
  6. El arroz basmati tiene su truco a la hora de preparar. Si quieres puedes pinchar aquí para ver una manera efectiva de hacerlo, pero si quieres puedes hacerlo también muy fácilmente de la siguiente manera: Pon a hervir agua en una cacerola con espacio para bastante agua. En cuanto rompa la ebullición, agrega sal a tu gusto e inmediatamente una taza de arroz previamente lavado. Deja cocer 12 minutos y una vez pasado el tiempo escurre bien el arroz del agua y déjalo reposar tapado unos minutos. Obtendrás un arroz tan bonito como el de la fotografía, con un grano largo, muy blanco y aromático perfecto para acompañar este cerdo agridulce.
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