A pesar de que el nombre pueda presagiar una receta complicada, lo cierto es que es bastante sencilla, y no por eso deja de ser sencillamente deliciosa. El stroganov se cree tiene su origen allá por el año 1980, cuando un chef que trabajaba para el conde Pável Aleksándrovich Stróganov, el famoso general ruso, inventó la receta durante una competición de cocina en San Petersburgo. Es la historia más aceptada aunque en estas cuestiones no hay una última palabra.
De hecho las recetas de cocina medievales de origen ruso ya tenían carne sazonada con crema ácida o nata agria. Tras la caída del Imperio ruso, los inmigrantes rusos y chinos llevaron consigo este plato a los Estados Unidos, generando diversas variantes. La original tiene como base la carne de ternera, pero realmente lo que tiene de característico el Stroganov es la salsa de nata, tan sabrosa en carne de ternera, como de pollo o cualquier otra que queramos emplear.
El Stroganov de esta receta tiene como ingrediente protagonista el pollo, específicamente la pechuga de pollo, que por ser la parte más magra de este, va a equilibrar la grasa que pueda sumarse de otros ingredientes presentes en la receta, como la nata y la mantequilla, aunque esta última la he utilizado en proporciones muy pequeñas, solo para dorar nuestra pechuga. Sin más detalles entremos en la cocina.
Ingredientes para preparar Stroganov de pollo o Pollo en salsa de nata (2 personas)
- 2 pechugas de pollo
- 150 gr de champiñones laminados
- 1 cebolleta
- 4 dientes de ajo
- 1/2 cucharadita de mix de pimienta recién molida (molinillo de varias pimientas)
- 1 pizca de nuez moscada
- 1 nuez de mantequilla (una cucharada o 25 gr aproximadamente)
- 150 ml de vino blanco (el que tengas a mano)
- 1 break de nata para cocinar (200 ml aproximadamente)
- 2 cucharadas colmadas de aceite de oliva virgen extra
Cómo preparar Stroganov de Pollo o Pollo en Salsa de Nata
- Corta las pechugas en dados pequeños y salpiméntalas. Resérvalas.
- Mientras corta en cubitos muy pequeñitos la cebolleta y el ajo en láminas finas. Calienta las dos cucharadas de aceite en una sartén, agrega las láminas de ajo y antes de que puedan dorarse demasiado incorpora la cebolleta. Una vez pochada la cebolleta (unos 5-8 minutos) agrega los champiñones, ponles un poco de sal, mezcla bien y separa del fuego.
- En una cacerola aparte pon a calentar a fuego vivo la mantequilla. Una vez bien caliente, pon la pechuga en dados y dóralas. El fuego debe bien alto para que adquieran rápido el color y se sellen sin que suelten el jugo y se sequen demasiado.
- Una vez doradas agrega en la misma cazuela el vino blanco y con una cuchara de palo (con la que previamente habrás dado la vuelta a las pechugas) raspa el fondo para que suelte todo el sabor que dejaron las pechugas en el fondo.
- Deja evaporar el vino y cuando quede muy poco líquido baja el fuego, incorpora los champiñones salteados con la cebolleta y el ajo que habíamos reservado, agrega la nata, el mix de pimienta, la nuez moscada, rectifica la sal a tu gusto, mezcla bien y deja cocinar con tapa durante unos 10 minutos.
- Transcurridos los 10 minutos comprueba que la salsa no tenga demasiada agua. Si es así destapa y deja reducir unos minutos más.
Esta receta tiene una rica salsa para rebañar el pan. Puedes acompañarla con un arroz blanco o con un cous cous con verduras o solo. Yo me decidí por esta última opción y verdaderamente lo disfrutamos muchísimo. Tanto que ya me advirtieron en casa que tendría que repetir muy pronto. Seguro que podréis decir lo mismo si os animáis a prepararla. Buen provecho a tod@s. Si te apetece ver otras recetas con pechuga de pollo haz click en los siguientes links: Rollitos Hojaldrados de Pollo o Crepes de Pollo y Lechuga
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