Hoy quiero compartir una receta que descubrí en un viaje culinario a los que me estoy haciendo fan últimamente. Les voy a contar algo de este plato cuya base son las lentejas y el arroz y a cuya receta les remitiré inmediatamente después de estas breves notas. Típica de algunos países de Oriente Medio, la Mujaddara, también conocida como Mejadra, Mudardara o Myadra es un plato de lentejas cocinadas junto con arroz, otras veces con trigo (bulgur), coronado por una generosa capa de cebollas fritas y aceite de oliva.
La primera receta descrita de este plato aparece en Kitab al-Tabikh, un libro de cocina compilado en 1226 por al-Baghdadi, en Iraq. La mujaddara, que en un sitio u otro puede prepararse con lentejas verdes o de lo contrario con la variedad marrón, se suele servir con o sin verduras, fría o caliente. Aunque se considera un plato de origen humilde, comida de gente de pocos recursos, en la actualidad es uno de los platos más conocidos y demandados de la cocina libanesa o palestina. Los sirios judíos suelen comer este plato dos veces a la semana: caliente los jueves en la noche y frío los domingos; y los árabes cristianos lo consumen durante la Cuaresma.
Debido a la referencia bíblica de que a Esaú le gustaba mucho esta especie de potaje de lentejas, a la mujaddara se le suele denominar hoy día como el «favorito de Esaú». Esaú es un personaje de la Biblia, de quien se dice dio origen al pueblo Edomita o Idumeo. Y aterrizando en nuestras ricas lentejas con arroz, pincha aquí y podrás enterarte bien de cómo prepararlo. Les aseguro que es una delicia, a pesar de lo muy humilde y sencillos que pueden ser sus ingredientes y orígenes. Ah! Y no puede faltar a la mujaddara una rica salsa de yogur y pepino que también puedes ver aquí.
Sin más, les dejo el testimonio de uno de mis viajes culinario con Iwo. Un pasaje de ida y vuelta a través del paladar que realmente disfrutamos mucho en casa. Gracias Iwo por acercarme un poco a mis raíces, que algo de árabe sé que tienen. 😉
No escatimen en poner cebolla que yo freí solamente dos y al final me quedé con ganas de más; es que merma bastante. Arroz: utilicé del bomba, en específico del Brillante Sabroz que es una maravilla y no se pasa o se pega. Eso sí, tuve que poner un poco más de agua a las lentejas justo antes de poner el arroz porque de lo contrario hubiera absorbido toda el agua antes de cocerse del todo. La salsa está más allá de buena: ligera, refrescante y con un sabor que voy a repetirla mucho.
Nada más por hoy, espero que si se animan a cocinar, os guste este plato de la gastronomía árabe tanto como a mí.