En casa, como en muchas otras seguramente, las albóndigas son un plato frecuente en los menús. Hay mil maneras de prepararlas, pero hoy les traigo una receta fácil, rápida y sencillamente deliciosa.
Con esta propuesta en realidad van dos recetas en una sola. Estas albóndigas son una receta base, fondo de armario, o mejor dicho, fondo de despensa. Solo tienes que tener una carne picada (picadillo) a disposición y dos o tres ingredientes básicos más. La salsa, por otra parte, puede acompañar otras preparaciones, de carne, pescado o vegetales, no hay límites. Puedes complicarte preparando desde cero los pimientos rojos (morrones) asados, o simplemente, como he hecho yo esta vez, aprovechar unas buenas conservas. Yo siempre tengo a mano estas laticas.
No hay mucha complicación en este dos en uno que les propongo. Puedes dejar preparadas la noche anterior las albóndigas, así cogerán más sabor, y al otro día montar esta salsa en menos de lo que canta un gallo. Pongámonos los delantales y vayamos a la cocina.
Ingredientes para preparar Albóndigas caseras (4-6 personas)
- 550 gr de carne picada (yo utilicé una mezcla de cerdo y ternera)
- 1 cucharada de ajo en polvo
- 1 cucharada de cebolla en polvo (puedes utilizar 1 cebolla, 1/2 si es muy grande, escaldada o pochada y cortada muy finamente en brunoise)
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1 yema de huevo
- 2 cucharadas de pan rallado
- perejil finamente picado
- pimienta negra recién molida
- sal
Para la salsa:
- 1 cebolla cortada (aquí no tienes que esforzarte demasiado en el tamaño de los trozos)
- 2-3 dientes de ajo laminado
- 2 cucharaditas de pasta de pimiento choricero (puedes prescindir de ella, pero le da un plus de sabor y color)
- 1 cucharadita de pimentón de la Vera picante o ahumado (si no empleas la pasta del pimiento choricero pon 2)
- 1 cucharadita de caldo concentrado de Bovril (puedes utilizar un vaso de caldo que ya tengas preparado: de pollo, carne o vegetales)
- 1 1/2 cucharadita de Maicena (dilúyela en el vaso de caldo a temperatura ambiente o frío)
- 2 latas de pimientos asados rojos en conserva (1-2 pimientos asados por ti sin la piel)
- 2-3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- sal
Preparación de las albóndigas
- Mezcla la carne picada con todos los ingredientes: que se incorporen todos muy bien. Usa las manos bien limpias o ponte unos guantes finos de cocina.
- Forma las bolitas del tamaño que prefieras. Yo uso una cuchara de medida e intento coger siempre la misma cantidad, las conformo más bien pequeñas.
- Si las haces con antelación, mejor, así cogerán más los sabores de las sazones, pero si no, tampoco pasa nada, pásalas por un poco de harina y fríelas. Yo opté por hacerlas a la plancha, con una pizca de nada de aceite de oliva virgen extra. También puedes hacerlas al horno a 200 grados Centígrados hasta que estén doradas. Cuando estén resérvalas.
- Yo freí dos patatas (papas) en cubitos para agregarlas. Son una debilidad y siempre me recuerda la receta cubana de mi abuela.
Preparación de la salsa
- Pon en una cacerola o sartén el aceite de oliva virgen extra, agrega el ajo, dora sin quemar y añade la cebolla. Sazona y deja pochar unos minutos hasta que blanquee la cebolla.
- Añade la carne o pasta de pimientos choriceros, a continuación el pimentón de la Vera y enseguida, para que este último no se queme y cambie el sabor, añade el vaso de caldo con la maicena previamente diluida. (Como yo utilicé el extracto de Bovril, empleé un vaso de agua fría y el Bovril lo añadí directamente a la cacerola).
- Deja cocinar a fuego suave un par de minutos y cuando espese (lo hará ligeramente) añade los pimientos asados. Lleva a la batidora para triturar todo muy bien y si ves que está demasiado líquida ponla a fuego muy bajito para que reduzca a tu gusto.
- Puedes optar en este paso por añadir las albóndigas a la salsa y darles unos 3-4 minutos. Pon las papitas en el último momento.
- Para la presentación de este plato opté por poner la salsa a las albóndigas en el último momento de servir, por una cuestión de identificar mejor cada cosa, pero no te prives de poner las albóndigas dentro de la salsa. A chuparse los dedos en familia.
Puedes acompañar esta receta, además, con un arroz blanco desgranadito.